Crónica: OUCRA Rugby Arroyo vs ADUS

Se disputaba el tercer y cuarto puesto de la Copa de Castilla y León en Arroyo con un solo objetivo en mente, la victoria.

Frente al OUCRA Rugby Arroyo un rival, el Universitario de Salamanca, equipo al que no supieron o no pudieron ganar en la primera jornada de liga. Pese al precedente negativo los pupilos de Regino Franco eran conscientes de que estaba en su mano alzarse con la victoria ya que en su anterior enfrentamiento las sensaciones fueron positivas.


Rugby Arroyo dispuso un XV formado por: Gordini, Merino y Dani Tamariz; Quique Lamela y Joaquín; Edu, Pablo José y Javi; Charly, Kike, Pablo, Carra; Javi Lamela, Rodrigo y Manso. Completando la convocatoria Vita, Peña, Daniel Luis, Rubén, Julito, Raúl Fernández, Jonatan Lourenço, Pablo Castro y Fernando.

El partido comenzó ante un nutrido grupo de espectadores con un claro dominador, el OUCRA Arroyo. Muy superior en delantera y haciendo completamente estéril el juego de la línea charra. Un juego solidario gracias al cual el equipo salmantino era incapaz de sacudirse la presión de su campo. El dominio en la melé era apabullante y solo el exceso de precipitación o el ansia e individualismo en ocasiones impedía a los locales adelantarse en el marcador.

Pese al contundente dominio arroyano tan solo una marca, obra de Pablo José, rematando el trabajo de la delantera, permitía a los locales llegar al descanso con una ligera ventaja en el marcador. 5-0. Un resultado escaso para los meritos de ambos conjuntos.

Lo que sucedió al comienzo de la segunda parte es difícil de explicar. El OUCRA Arroyo pasó del todo a la nada y con un inicio desastroso, falto de intensidad, de ganas, de coraje… Todo lo que fue sobresaliente en la primera parte se convirtió en deficiente con el comienzo de la segunda mitad. Cero en melé donde pasaron de dominar a ser arrastrados, cero en placaje –por poner nota a lo que no existió-, cero en touch, cero en juego. Y lógicamente los salmantinos no desaprovecharon el regalo. Crecidos en su juego aprovecharon la oportunidad para dar la vuelta al tanteador con tres marcas y un golpe de castigo para dejar un 5-20 inimaginable a tenor de lo visto en la primera mitad. Sólo a mitad de este periodo los locales volvieron a la vida. Y poco a poco volvieron a tomar el control del oval y presionar en campo contrario aunque sin todos los resultados deseados. Solo minutos antes de la conclusión Manso, iniciaba una jugada personal que Julito remataba posando el balón tras la línea de marca. La transformación de Manso cerraba el 12-20 con el que concluiría el partido.

Mucho que reflexionar al termino del partido y una prueba viva de que los partidos hay que jugarlos los ochenta minutos. Se vio lo que se puede hacer pero también lo que no se debe. Y una sensación generalizada de que este equipo no dio todo lo que tiene dentro y regaló el partido.

Próxima cita, el 28 de Diciembre en el Seven Navideño de Arroyo.